jueves, 7 de enero de 2010

Romper el cheque

Mi mamá tenía que cobrar un cheque que por uno u otro motivo era rechazado por la cajera del banco. Era tal su impotencia e indignación qué según confesó más tarde sólo deseaba romperle el cheque en la cara.
¿Cuántas veces en la vida nos enfrentamos a situaciones en las que queremos romper el cheque ante los azorados rostros de nuestros propios agresores?
He dejado en más de una oportunidad la compra mensual de supermercado en la caja, ya embolsada, por el sólo hecho de discutir con la cajera.
Me he retirado de una cola en estado de enajenación cuando sólo faltaban dos personas para ser atendida.
He dicho en más de una oportunidad: -Metételo en el culo!!!
Y así sigo por la vida rompiendo cheques, masticando rabia y acusando a Lorena.

1 comentario:

  1. Cuando el ovillo ya es bastante grande hay que cortar el hilo y volver a empezar.No se puede aguantar y bajar la cabeza siempre, hay que parar la bola , estar satisfecho con uno mismo darse el gusto, sin pensar si es justo o no.
    Te felicito,me gusta lo que escribís.Te lo dice alguien que tambien deja las compras de todo un chango en la caja.Todo por dos cervezas.

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