domingo, 10 de enero de 2010

Exhibicionistas

Una mujer sabe bien cuál es su fuerte y se vale de él para sentirse segura. Algunas lucen sus piernas calzadas con zapatos de punta y taco aguja haciendo estremecer al más distraído. Otras se saben portadoras de sonrisas dignas de comercial de pasta dentífrica y la utilizan como arma de seducción. Están las que se contonean al caminar invitando al baile más sensual. Y las que se saben interesantes y convecen al mundo de que lo son. También están aquellas que cuidan tanto su maquillaje que no son capaces de sacar la bolsa de la basura sin retocarse frente al espejo.
Y están ellas, las exhibicionistas, las que con descaro muestran al mundo sus tetas sin preguntar previamente si nos interesa verlas. No importa la edad, ni la contextura física, ni la profesión que ejercen. Allí están frente a nuestros ojos, asomando por los escotes, desbordando por ellos con más o menos descaro. Y también estoy yo, agregándolas a mi lista negra.

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