miércoles, 28 de diciembre de 2011

No quiero ser como todos son...

Siempre me gusto ser diferente, y usar ropa que no esta en las vidrieras. Pelear por causas justas, defender lo indefendible. , escuchar música que nadie escucha y de paso, odiar la Navidad. Quizás porque siempre le tuve miedo a Papá Noel, o porque me abruman las multitudes.
Esta Navidad fue diferente, como yo, rodeada de personas que quiero de verdad. Redescubriendo la magia y recuperando los verdaderos valores del pesebre. Maravillándome con las caritas de mis nietos abriendo regalos y disfrutando la compañía de los que más quiero. Acórdandome del momento en el que me tocó colocar al Jesusito en el catre del pesebre y de los villancicos en las esquinas de Valentín Alsina.
De eso se trata, de los afectos, y está bien dejar de la lado la oposición de vez en cuando y si es en Navidad mejor.